domingo, 1 de mayo de 2011

mi locura

intenté jugar con la utopía de pensar que tus fantasías las alimentaba tu locura,
no la mía

te dí el color del alba para que lo licuaras
me diste una aurora boreal de párpados adormilados en la tibieza de la almohada,
te dí el reflejo de la tierra en el volcán de mis ojos, y nadabas en mis aguas saladas con placer y dolores de vidas atormentadas,
y me tendiste un puente para tocarme y yo me hundí en tu espacio,
te dí el infinito mediodía de mi vientre liso y oscuro 
como morena que soy en tu cama blanca
donde dibujaste el mapa de tus sueños más profundos y donde yo siempre te dejaba

te creí hasta la fisura misma de las líneas de mi mano
cuando las uniste a las tuyas para no perderte en el destino de las dimensiones ya contadas
te creí autor, escritor, guionista, pintor de este amor tan amante,
exigente, demandante en cada momento de cada instante,
mágico pincel de lengua y humedades 

te creí vida 
pero las fantasías eran sólo mías,
las de la casa
las de la cama
las de silla
las de mi almohada,
y las de los días ya sin colores cuando no me amas.



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